jueves, 19 de febrero de 2015

Calle del Duque de Alba

Calle del Duque de Alba

La calle del Duque de Alba se inicia en la plaza de Tirso de Molina y termina en la plaza de Cascorro junto a la calle de los Estudios.

La calle recibe este nombre porque en ella construyó su residencia el Duque de Alba sobre el gran solar formado entre las actuales calle del Duque de Alba, calle de los Estudios y calle de Juanelo, que hoy ocupa el palacio estuvo ubicada durante varios siglos una enorme y sobria casona de estilo castellano que tuvo por huéspedes a ilustres y destacados personajes de la corte. Así, en el siglo XVI estuvo habitada por San Francisco Carracciolo, San Luis Gonzaga y por Pedro Médicis, hermano del Gran Duque de Florencia y carta de garantía de fidelidad para la monarquía hispana. En el siglo XVII tuvo como morador a Pedro Franqueza, Conde de Villalonga, secretario y hombre de confianza del duque de Lerma, gran válido de Felipe III, a quien se responsabilizó de oscuros episodios de corrupción, suponiéndole la caída política, la confiscación de sus bienes y la cárcel.

Parece ser que a finales del siglo XVII, el duque de Alba adquirió el caserón, junto a otra casa contigua, encargándose de las tasaciones los arquitectos Manuel y José del Olmo. El duque pasó a habitar el caserón pero parece que no hizo grandes reformas, todo lo más consistió en redimir en 1710 las cargas tributarias de los inmuebles.

El edificio actual es fruto de una completa remodelación interna y externa que realizó en 1861 el arquitecto Alejandro Sureda por encargo del Duque de Berwick y Alba. Entroncando con los gustos estéticos del Madrid isabelino, el nuevo palacio adquirió un carácter clasicista, a través de la disposición simétrica de los balcones, decorados con guardapolvos y rematados con frontones, y con un portón central. Lamentablemente, y como viene siendo habitual en este tipo de construcciones, una reforma posterior alteró profundamente su distribución interior para construir en su lugar apartamentos de alquiler, a la vez que la planta baja se habilitaba para la ubicación de tiendas.

En la misma calle, se forma un ensanchamiento denominado plaza del Duque de Alba que en el número 2 se levantó la casa Palacio de la Duquesa de Sueca. Situada en la misma manzana que la antigua Catedral y los Reales Estudios de San Isidro, esta casa palacio de 7.200 metros cuadrados conocida popularmente con el nombre del antiguo edificio de las Temporalidades, ha tenido a lo largo del tiempo distintos usos.

Durante el siglo XVIII sus grandes dimensiones se antojaban idóneas para usos sociales, razón por la que se destinó a escuela para los hijos de los criados de Carlos III. En 1791 una reforma realizada por el arquitecto Antonio de Abajo transformó el inmueble en una espaciosa residencia nobiliaria. Así, a comienzos del siglo XIX pasó a habitarla la Duquesa de Sueca, mujer de Manuel Godoy, primer ministro y favorito de Carlos IV.

Con la llegada de los liberales se convirtió en la sede del Colegio de Humanidades de Francisco Serra (1837) y en el último tercio del siglo fue destinada a albergar un cuartel de la Guardia Civil, como bien se aprecia en el «Plano de Madrid y Pueblos Colindantes» que dibujó Facundo Cañada López en 1900.

En la actualidad poco queda de la antigua casa palacio, convertido en edificio de viviendas tras sucesivas reformas.

Recientemente ha sido adquirida por el ayuntamiento con el fin de instalar la sede de los Servicios Sociales del municipio, y está previsto que el arquitecto portugués Álvaro Siza se encargue de su acondicionamiento y rehabilitación.
El Ducado de Alba de Tormes, comúnmente denominado Ducado de Alba a secas, es un título nobiliario hereditario que el rey Enrique IV de Castilla otorgó a García Álvarez de Toledo y Carrillo de Toledo, II conde de Alba de Tormes, al convertir su Condado de Alba de Tormes en un Ducado, que hoy en día, y desde hace casi quinientos años, es uno de los principales y más tradicionales títulos del Reino de España y el que le da nombre a la Casa de Alba, como propietaria del mismo.

Los duques de Alba constituyen el linaje familiar más importante de España en solera, abolengo y relevancia histórica.

Sin embargo, en el ducado se han sucedido tres familias: la Casa de Alba original o casa de Toledo denominación más extendida de la casa de Álvarez de Toledo, extinguida en 1755, la segunda, o Casa de Silva, extinguida en 1802, y la tercera y actual, derivada del hijo bastardo del rey Jacobo II de Inglaterra y denominada casa de Fitz-James Stuart.

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