La plaza del conde de Barajas la atraviesa la calle de la Pasa, sede de las oficinas de la Curia de Madrid. En ella estuvo el palacio de
las Zapatas donde vivió el general Baldomero Espartero, triunfador de la
revolución de 1854. Posteriormente tuvo su sede en él, la Comisaría del
Tribunal de la Cruzada.
Don Rodrigo Zapata fue descendiente de don Pedro Sánchez
Zapata, cuyo hijo primogénito Rui Sánchez Zapata se crió desde niño en la
cámara de la infanta doña Leonor, hija del rey don Pedro IV, de Aragón, y ya
mayor, acompañó al rey en calidad de doncel cuando la infanta se trasladó a
Soria para unirse en matrimonio con el infante don Juan, que posteriormente fue
rey de Castilla y León, el primero de ese nombre. Más tarde, Rui Sánchez
Zapata, dada la confianza que en él tenían los reyes, fue copero mayor del rey
don Enrique III y del rey don Juan II, éste le otorgó gran heredamiento en la
ciudad de Madrid, donde fundó casa e hizo su asiento y casó con doña Mencía de
Ayala, señora de la Villa de Barajas.
Los Zapata tuvieron en la villa de Madrid cinco mayorazgos.
Es casa "antigua y nobilísima (...) de ricos hombres en el Reyno de
Aragón, de la qual han salido grandes y valerosos caualleros", que se
estableció en Madrid a principios del siglo XV. Del mayorazgo principal formó
parte Juan Zapata el Arriesgado -llamado de esta forma "por el valor con
que acometía sin temor los peligros de la guerra"-, que fue tercer señor
de Barajas y copero mayor de Enrique IV y de los Reyes Católicos. Sus casas
estuvieron en la plaza del Conde de Barajas -título que poseyó el mayorazgo
desde 1580-, y condes de Priego . En la actualidad albergan las dependencias de
la Comisión Episcopal de la Liturgia. Muy cercanas tuvo sus casas el mayorazgo
fundado en 1485 por Juan Zapata el Ayo, comendador de Hornachos por la orden de
Santiago, caballerizo mayor de Enrique IV y ayo de Su Alteza Real, el príncipe
don Juan, hijo de los Reyes Católicos: estaban en la plaza del Conde de
Miranda, y las figuras que servían de adorno a su balcón principal les dieron
el nombre popular de "casa de los Salvajes".
En 1572 Felipe II otorgó el título de Conde de Barajas a su
descendiente Francisco Zapata y Cisneros. Los Zapata, condes de Barajas,
llegaron a ser dueños de gran parte de las casas de la zona, con el tiempo
darían nombre a la plaza, que ya aparece así representada en el plano de
Texeira.
De aquellos tiempos medievales no queda nada, apenas la
forma de las calles y la muralla, y el recuerdo de la vida de don Ruy y sus
ricos descendientes, pero hoy día la plaza es una de las más bonitas, y su
arquitectura nos ofrece un bello paseo por la historia de Madrid.
Todos los domingos por la mañana un colectivo de artistas
exponen sus obras y alegran la antiquísima plazuela.
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