sábado, 28 de febrero de 2015

Calle del Casino

Calle del Casino

La calle del Casino va de la calle de Embajadores a la calle de la Ribera de Curtidores.

Según Peñasco y Cambronero se llamó Sol al tramo de la actual calle del Casino comprendido entre las de Embajadores y Ventorrillo. En el plano de Texeira aparece sin nombre y en el de Espinosa como parte de la de Tribulete.

A partir de 1835 se denominó Calle del Casino y posteriormente se prolongó la calle hasta la calle de la Ribera de Curtidores.

Toma el nombre del llamado Casino de la Reina, finca de recreo que el Ayuntamiento regaló, en 1817, a la reina Isabel de Braganza, segunda esposa de Fernando VII y cuyo palacete lo aprovechaba Fernando VII para sus correrías nocturnas.

Calle de la Huerta del Bayo

Calle de la Huerta del Bayo

La calle de la Huerta del Bayo se encuentra entre las calles de Embajadores y de Peña deFrancia

Anteriormente se llamó San Isidro, una de las seis calles que tuvo nuestro santo patrón. 

El nombre actual lo toma de la antigua y extensa huerta que pertenecía al licenciado Francisco del Bayo, catedrático del Estudio de la Villa en 1560 sobre la que se construyó en 1830 el Casino de la Reina.

Calle de Peña de Francia

Calle de Peña de Francia

La calle de Peña de Francia se encuentra entre la calle de Rodas y la calle del Casino.

En esta calle vivía el capitán Juan Delgado quien, según la tradición, tenía en su casa una imagen conocida como Nuestra Señora de la Peña de Francia, que se la había traído después de luchar en la guerra entre Felipe II y Enrique III de Francia. La imagen la colocó en su casa, tomando la calle el nombre de la imagen.

Calle de Fray Ceferino González

Calle de Fray Ceferino González

La calle de Fray Ceferino González se ubica entre la calle de Embajadores y la calle de la Ribera de Curtidores.

Primero se llamó calle de San Pedro porque la calle se abrió el día de la festividad de San Pedro y San Pablo. En 1835 recibió el nombre de la Pasión porque los monjes del cercano convento de la Pasión se trasladaron a una casa de esta calle cuando el convento fue derribado por orden de José I.

Desde 1894 se denomina Fray Ceferino González (1831-1894), en recuerdo del dominico, teólogo, filósofo, arzobispo, cardenal y miembro de la Real Academia Española, que escribió varios libros, entre ellos la Historia de la Filosofía.

El desaparecido Convento de la Pasión estaba situado en la Plaza de la Cebada, esquina a la calle de Toledo y a la calle de las Maldonadas.

En el año 1565 fue construido el Hospital de la Pasión. Años más tarde en el 1637, los dominicos fundan el Convento de la Pasión en el sitio que ocupaba antaño el hospital.

El convento fue demolido en el año 1809 por orden de José Bonaparte

Calle del Oso

Calle del Oso

La calle del Oso se encuentra entre la calle del Mesón de Paredes y la calle de Embajadores.

La calle del Oso, debe su nombre a que en ella se exhibía un oso encerrado en una jaula en la cual se metieron dos niños imprudentemente, pero el animal no les hizo ningún daño.

Por este motivo, en el oratorio de San Marcos, situado aquí, el hidalgo Diego de Vera colocó una imagen de la Virgen que sería conocida como Nuestra Señora del Favor, a la que se le atribuye la milagrosa salvación de los dos críos.

El hidalgo colocó su escudo en la fachada de su casa al cual añadió la figura de un oso.

Se destaca el hecho de que el Arquitecto Mayor del Ayuntamiento, Pedro de Ribera naciera en el número 2 de la citada calle.

En la esquina con la calle de Embajadores se encuentra la iglesia de San Cayetano. 

En esta calle se encuentra una corrala que es una de las más añejas de Madrid. Construida en la década de 1730, consta de un primer edificio de dos alturas y una casa de corredor anexa, en forma de ele, de tres alturas. El edificio está actualmente en obras de consolidación.
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Dice Pedro de Répide de esta vía:

De la calle del Mesón de Paredes a la de Embajadores, b. de Cabestreros, d. de la Inclusa, p. de San Millán. 

Es una estrecha vía, en la que hay alguna sórdida mansión, célebre en los anales del hampa madrileña. En una humilde vivienda de esta calle murió el famoso actor José Mata, uno de los mejores de la escena española en el último cuarto del siglo XIX. 

También se halla aquí la casa rectoral de San Cayetano, fundado por D. Diego de Vera. En la casa donde vivía este hidalgo, había sobre la puerta un escudo, cuyo blasón era un oso, como en las armas del Concejo de la Villa, y a esa figura heráldica se debe la denominación de la calle. 

Don Diego de Vera fue anteriormente fundador de un oratorio dedicado a San Marcos Evangelista, en el que puso una imagen llamada de Nuestra Señora del Favor. Nombre que se atribuye al episodio de la milagrosa salvación de unos niños que penetraron en la jaula donde cierto ambulante extranjero guardaba y exhibía un oso, que por intervención sobrenatural no hizo daño alguno a sus inocentes visitantes. 

viernes, 27 de febrero de 2015

Calle de Carlos Arniches

Calle de Carlos Arniches

La calle de Carlos Arniches está entre la plaza del General Vara de Rey y el Campillo del Mundo Nuevo.

Esta es la antigua calle del Peñón. La tradición que explica su nombre tiene mucha relación con la del Campillo en que finaliza, aunque en este caso está algo más puesta en razón. Aquí había un peñón muy grande que en tiempos remotos fue derribado o bien se cayó solo, y de esta manera se pudo ensanchar la villa por esta zona.

Y muy apropiado es dedicar, en plenos barrios bajos y en el corazón del Madrid más castizo, esta calle a uno de los dramaturgos que, sin ser hijo de la villa, tan bien supo reflejar su alma. Aunque nacido en Alicante vivió en el número 31 de esta calle.

Inició su carrera literaria escribiendo libretos para zarzuelas y para el género chico. Con El Santo de la Isidra empezó a dedicarse a retratar al chulo y la chulapa de los barrios bajos de nuestra villa, en sainetes con chispeantes e ingeniosos diálogos que hacen las delicias de todo amante de lo madrileño. También compuso comedias largas entre las que destacan La señorita de Trevélez -para muchos su mejor obra, en la que anticipa los Esperpentos de Valle-Inclán- y Es mi hombre. Este genial comediógrafo murió en su villa de adopción en 1943.

Calle de Rodrigo de Guevara

Calle de Rodrigo de Guevara

La calle de Rodrigo de Guevara es un corto atajo que une la calle de Santa Ana y la calle de  Mira el Río Alta, cerca de la plaza del General Vara de Rey.

Anteriormente se llamaba calle de la Chopa. Es muy corta y estrecha. En otros tiempos, fue extremadamente estrecha. Los vecinos casi podían dar la mano a los de enfrente, para saludarlos desde su ventana. Pedro de Répide sólo habla de la calle de Chopa en El Madrid de los Abuelos. Dice que era “tan estrecha, que una bicicleta sería el único vehículo que podría pasar por ella, si su empedrado no fuera tan adverso a los neumáticos como a la planta de los pies”.

Sus casas, actualmente, han cambiado porque fueron restauradas, dejando más espacio a la calzada y las aceras. Su suelo está en buenas condiciones. Todo lo pintoresco del pasado de este callejón ha desaparecido. Las fachadas están limpias, discretas y es un lugar tranquilo. Son ocho números, cuatro pares y cuatro impares.

Calle del Carnero


Calle del Carnero

La calle del Carnero une la calle de la Ribera de Curtidores con la calle de Arganzuela.

Aunque en su origen fue llamada Calle Nueva, en el Plano Texeira ya aparece la denominación actual, pero arrancando del cerrillo del Rastro.

El nombre de esta calle procede de dos tradiciones. Por un lado se cuenta que se llamaba así porque en ese mismo lugar los aforadores rifaban un carnero todos los años para la fiesta de San Lorenzo.

Por otro lado, existe la leyenda de la calle de la Cabeza. Parece que el criado de un cura acomodado, le asesinó una noche para quedarse con su fortuna.

Tras cortarle la cabeza, desapareció a Portugal. Pero años después, a su regreso a Madrid, pasó por el Rastro y compró una cabeza de carnero.

La llevaba bajo  su capa cuando un alguacil le increpó qué era lo que escondía que iba dejando un reguero de sangre. El hombre le contestó que era una cabeza de carnero que acababa de comprar, pero cuando se la mostró comprobó que era la cabeza del sacerdote asesinado. Aquel hombre fue ahorcado en la Plaza Mayor. Relata la leyenda que cuando se consumó la pena, la cabeza del sacerdote volvió a convertirse en la del carnero.

Callejón del Mellizo

Callejón del Mellizo


El callejón del Mellizo se encuentra entre la calle de Mira el Río Baja y la calle de Arganzuela.

Aunque en la actualidad es una calle, sigue denominándose callejón porque en un principio era un callejón de la calle de la Arganzuela situado casi frente a la actual calle del Capitán Salazar Martínez que no tenía salida a la calle de Mira el Río Baja.

Según la tradición, el terreno donde se abrió perteneció a dos hermanos mellizos y cuando murió uno de ellos, el otro dio el terreno como limosna a la Cofradía del Santísimo, del Hospital General. En la actualidad tiene salida a la calle de Mira el Río Baja.

En el plano de Texeira aparece sin nombre y en el de Espinosa figura como San Agustín. A partir de 1835 se denominó callejón del Mellizo y en los años treinta del siglo XX se llamó Emilio Mesejo (1864-1931), actor del género chico que trabajó durante veinticuatro años en el Teatro Apolo.

En 1941 recuperó su tradicional nombre de callejón del Mellizo.

Calle de Mira el Río Alta

Calle de Mira el Río Alta

La calle de Mira el Río Alta, perpendicular con su casi homónima calle de Mira el Río Baja, sale de la calle de Carlos Arniches y llega hasta la calle de Bastero.

Calle de Mira el Río Baja

Calle de Mira el Río Baja

La calle de Mira el Río Baja, perpendicular con su casi homónima Mira el Río Alta, sale de la calle Mira el Rio Alta bajando hasta la castiza plaza del Campillo del Mundo Nuevo, en la Ronda de Toledo. Quedan dentro del radio de actividad del Rastro de Madrid, con viejas almonedas y tiendas de anticuarios.

Plaza del Campillo del Nuevo Mundo

Plaza del Campillo del Nuevo Mundo

La plaza del Campillo del Nuevo Mundo se encuentra entre las calles de Carlos Arniches, de Mira el Sol, de Arganzuela, de Mira el Río Baja y de la Ronda de Toledo.

Cuenta la leyenda que tras el descubrimiento del Nuevo Mundo, se desplomó un peñón que había aquí y que unos niños entraron en sus ruinas observando un lugar tan grande que dijeron que detrás de las ruinas estaba el Mundo Nuevo.

Calle de Mira el Sol


Calle de Mira el Sol

Esta calle de Mira el Sol, ubicada entre las calles de Embajadores y Ribera de Curtidores, tiene relación con sus vecinas calles de Mira el Río (Mira el Rio Alta y Mira el Rio Baja).

La tradición cuenta que, tras las copiosas lluvias entre octubre de 1439 y enero de 1440, el 2 de febrero amaneció con un sol radiante. Los madrileños, si unos meses antes comentaron la fuerza con que bajaba el río, esta vez exclamaron con alegría “¡Mira el Sol!“. Las plegarias que se hicieron a la Virgen de Atocha parece que hicieron efecto. Entonces era habitual sacar en procesión a las imágenes para pedirles que lloviese, que volviese el buen tiempo o que se apagasen los incendios… La Virgen de Atocha, cumplido el trabajo, pudo volver a su capilla desde la iglesia de Santa María, donde se encontraba.

jueves, 26 de febrero de 2015

Calle del Duque de Medinaceli

Calle del Duque de  Medinaceli

La calle del Duque de  Medinaceli se encuentra entre la plaza de las Cortes y la calle de Cervantes.

Se llama así porque se abrió en terrenos del palacio del duque de Lerma, luego de su hijo el duque de Medinaceli, que estuvo situado donde hoy se levanta el Hotel Palace.
Juan Francisco de la Cerda Enríquez de Ribera (Medinaceli, 4 de noviembre de 1637 - Madrid, 20 de febrero de 1691) VII Marqués de Cogolludo, IV Marqués de Alcalá de la Alameda, VI Duque de Alcalá de los Gazules, IX Conde de Los Molares, IX Marqués de Tarifa, VIII Conde de El Puerto de Santa María y VIII Duque de Medinaceli, fue un noble y político español de la Casa de Medinaceli.

Calle de Jovellanos

Calle de Jovellanos

La calle de Jovellanos se encuentra entre las calles de Los Madrazo y de Zorrilla.

Está dedicada a Gaspar Melchor de Jovellanos, jurisconsulto, político, economista, poeta y uno de los polígrafos más importantes de su tiempo.

En esta calle está el teatro de la Zarzuela, construido en 1856

Calle de los Madrazo

Calle de los Madrazo

La calle de los Madrazo se encuentra entre la calle de Cedaceros y el paseo del Prado.

Esta es la antigua calle de la Greda, cuyo nombre se debía a los pequeños montes de gredas que poblaban este lugar donde vivían los gitanos. La greda es una arcilla arenosa de color gris verdusco utilizada principalmente para alfarería, se origina de rocas arcillosas que son las rocas sedimentarias más abundantes sobre la Tierra.

Como en el número 24 de esta calle esquina a la de Jovellanos tuvo su estudio el pintor Federico Madrazo, en el que vivió y murió en 1854, por acuerdo municipal, la calle recibió el nombre de Federico Madrazo a partir de 1894. Sin embargo, como cuatro años después murió su hermano Pedro, también pintor, la calle pasó a denominarse los Madrazo, nombre que incluye a toda la saga familiar, seis hombres de tres generaciones.

En los números 3 y 5 nació el torero Rafael Gómez "El Gallo" en 1882. 

Calle del Marqués de Cubas

Calle del Marqués de Cubas

La calle del Marqués de Cubas, antes la calle del Turco, comienza en la carrera de San Jerónimo, por detrás del antiguo palacio de Villahermosa, que alberga, desde su inauguración en 1992, al museo Thyssen-Bornemisza y termina en la calle de Alcalá, en un lateral del actual edificio del Banco de España. Tiene cruces con las calles de Zorilla y de los Madrazo, ambas calles que terminan en el paseo del Prado.

La Real Academia de Jurisprudencia y Legislación tiene su sede en el número 13 de la calle.

En el solar entre la calle del Turco y el paseo del Prado, con entrada en la calle de Alcalá, tenía su corral de comedias la compañía italiana Los Trufaldines antes de trasladarse al Teatro de los Caños del Peral, edificio construido expresamente por ellos donde actualmente se encuentra el Teatro Real.

Hacia finales del siglo XVIII, se construyó en el mismo solar el palacio de Alcañices, y más tarde su entonces dueño, el duque de Sesto, encargará su reforma a Francisco de Cubas, el marqués de Cubas. En 1888, se construye allí parte del edificio del actual Banco de España, edificio que se ampliaría en 2006 para incluir la manzana entera, ampliación a cargo del arquitecto Rafael Moneo, y que incorpora la sede de la desaparecida Banca García-Calamarte, que formaba la esquina de calle de Alcalá con calle del Marqués de Cubas.

Calle de Fernanflor

Calle de Fernanflor

La calle de Fernanflor está entre la plaza de las Cortes y la calle de Zorrilla, corriendo paralela a la fachada del Congreso de los Diputados.

Su primer nombre fue Florín porque aquí había una escuela de florete o florín. Se cuenta que dos de sus alumnos salieron para batirse en duelo. Entonces, Fray Juan Flisco, del vecino convento del Espíritu Santo, situado donde hoy se levanta el Congreso de los Diputados, intentó impedirlo, aunque con tan mala fortuna que fue él quien recibió la estocada muriendo a consecuencia de ello. Este primer nombre de la calle podría proceder de la escuela o bien del duelo del florín.

Desde 1902 recibe el nombre de Fernanflor en recuerdo del escritor Isidoro Fernández Flórez Fernanflor (1833-1897).

Plaza de las Cortes

Plaza de las Cortes

La Plaza de las Cortes es un espacio que se encuentra entre la desembocadura de la Carrera de San Jerónimo y las calles del Prado y del Duque de Medinaceli. La Plaza era antiguamente un punto de entrada a la Capital.

Primeramente se llamó Calzada del Espíritu Santo, por el convento del Espíritu Santo que fue fundado a fines del siglo XVI en el lugar que ocupa hoy el Congreso de los Diputados. Se denominó también plaza de Santa Catalina, por el convento de igual nombre que estuvo, en el siglo XVIII, en el solar ocupado en la actualidad por el hotel Villa Real.

En ella se encuentra el Congreso de los Diputados, la Organización Médica Colegial de España, una estatua de Cervantes y el Hotel Palace.

Desde mediados del siglo XIX se denomina plaza de las Cortes, por el edificio del Congreso de los Diputados.

miércoles, 25 de febrero de 2015

Calle de Núñez de Arce

Calle de Núñez de Arce


La calle de Núñez de Arce va de la calle de la Cruz a la plaza de Santa Ana.

Recibe este nombre a partir del año 1904 en honor al poeta y dramaturgo Gaspar Núñez de Arce nacido en el año 1834 y fallecido un año antes de la adquisición del nombre de la calle.

En sus orígenes esta calle recibía el nombre de calle de la Agorera debido a una hechicera que se encontraba por estos barrios llamada María Mola con una curiosa historia. 

En el siglo XV llegó a Madrid una mujer llamada María Mola a la que se le prohibió que habitara en la villa por tratarse de una bruja.

Calle de Manuel Fernandez y Gonzalez

Calle de Manuel Fernandez y Gonzalez

La calle de Manuel Fernandez y Gonzalez se encuentra entre las calles del Príncipe y de Ventura de la Vega.

Su primer nombre fue calle de la Visitación porque en unas casas que hubo aquí estuvo el primer convento de la Visitación de Nuestra Señora a Santa Isabel, las cuales fueron conocidas por las "casas de la Visitación".

Pero como estaban junto al Corral de las Comedias, la reina Margarita de Austria las trasladó a la antigua casa de campo de Antonio Pérez, en la calle de Santa Isabel, junto al colegio de igual denominación.

Desde 1898 está dedicada al escritor sevillano Manuel Fernández y González (1821-1888) que escribió algunas obras ambientadas en Madrid.

Calle de Ventura de la Vega

Calle de Ventura de la Vega

La calle de Ventura de la Vega transcurre entre la Carrera  de San Jerónimo y la calle del Prado.

Se denominó así por acuerdo municipal de 2 de enero de 1888, en memoria del famoso autor dramático, nacido en Buenos Aires en 1807.

Calle de Zorrilla

Calle de Zorrilla

La calle de Zorrilla va de la calle de Cedaceros al paseo del Prado.

La calle está dedicada al escritor romántico José Zorrilla, autor de Don Juan Tenorio.

Calle de Cedaceros

Calle de Cedaceros

La calle de Cedaceros está entre la calle de Alcalá y la carrera de San Jerónimo.

Debía su nombre a las tiendas que instalaron aquí los fabricantes de cedazos y de cribas.
Cedacería es el arte de fabricar cedazos, tamices, cribas, etc. pero los cedaceros se suelen ocupar además en la construcción de pequeñas obras de madera, tales como fuelles y cubos y en la de medidas de madera para granos.

Calle de Dos Hermanas


Calle de Dos Hermanas


La calle de Dos Hermanas está ubicada entre la calle de Mesón de Paredes y la calle de Embajadores.

El terreno donde está esta calle era propiedad de las hermanas Ocampo, dos ricas y piadosas mujeres. Allí tenían sus casas y en ellas fundaron el convento de religiosas Capuchinas, donde después de algunos incidentes las monjas allí instaladas negaron el derecho a las Ocampo a intervenir en la Comunidad. También les negaron el derecho de llamarse fundadoras, con notorio desagradecimiento por parte de las monjas.

A petición de las hermanas Ocampo, el Arzobispo hizo salir de allí a las monjas y las hermanas continuaron viviendo solas.

Tenían doble y justa fama de piadosas y extravagantes; salían poco de casa, siempre cubiertas con largos mantos, vestidas de negro y sin hablar con nadie.

martes, 24 de febrero de 2015

Calle del Doctor Cortezo


Calle del Doctor Cortezo

La calle del Doctor Cortezo se encuentra entre las plazas de Jacinto Benavente y de Tirso de Molina.

Cuando en 1897 se derribó el convento de la Trinidad, situado en la calle de Atocha (donde hoy está el teatro Calderón), se abrió una calle que se llamó Nueva de la Trinidad o de la Santísima Trinidad hasta que, en 1925, recibió el nombre actual de Doctor Cortezo, en recuerdo del médico y político Carlos María Cortezo (1850-1933).

En esta calle hay varios edificios que son conocidos por la mayoría de la gente:
   Teatro Calderón
   Teatro Fígaro
   Cine Ideal
   Frontón Madrid
   Capilla del Ave María

Plaza de Jacinto Benavente

Plaza de Jacinto Benavente

La plaza de Jacinto Benavente es un amplio espacio en el que confluyen las calles de Carretas, de la Cruz, de las Huertas, de Atocha, del Doctor Cortezo, de la Concepción Jerónima y de la Bolsa. El nombre de la plaza figura en memoria del dramaturgo y Premio Nóbel en 1922, Jacinto Benavente y Martínez, autor de obras como Los intereses creados o La malquerida.

La plaza se creó en 1926 como consecuencia del derribo de varios edificios en torno a la plazuela de la Aduana Vieja y la anexa plazuela de la Leña (luego calle de la Bolsa) y la calle de Carretas, entre ellos el Convento de los Trinitarios Calzados. Tras el ensanche, el palacio de los Cinco Gremios Mayores construido por Manuel de la Ballina en el siglo XVII, pasó a ser propiedad del Banco de Isabel II, y al fusionarse este banco con el de San Carlos, dio origen a la primera sede del Banco de España. En el inicio del siglo XXI alberga la Dirección General del Tesoro. Durante el ensanche también se derribó la lonja del Almidón.

A comienzos del siglo XX se edificó uno de los primeros cines de la capital: el Cine Ideal (en la embocadura de la calle del Doctor Cortezo). En los años cincuenta se levantó el edificio del "Centro Gallego", de ahí que en las inmediaciones del edificio se colocase un crucero recordando a los peregrinos que realizan el camino de Santiago. En 1998 se unió a la decoración de la plaza un barrendero de bronce obra del escultor Félix Hernando García. Desde finales del siglo XX se ha empleado en ocasiones como espacio para las ferias de artesanía.

lunes, 23 de febrero de 2015

Plaza de Matute

Plaza de Matute

La plaza de Matute es un espacio público que atraviesa el comienzo de la calle de las Huertas, ubicada entre la plaza de Santa Ana y la de Plaza de Antón Martín.

El nombre de la plaza se debe al propietario de los terrenos en el siglo XIX, el regidor de Madrid Melchor de Matute (1530-1610).

Según Pedro de Répide, el nombre procede de la época en que los matuteros se refugiaban en este lugar fuera de la muralla los cuales introducían mercancías en la ciudad ilegalmente.

La plazuela estaba inmersa desde el siglo XV en el arrabal de Santa Cruz.

Calle de Echegaray

Calle de Echegaray

La Calle del Lobo, llamada calle de Echegaray desde 1888, es una pequeña calle del denominado Madrid de los Austrias y dentro del Barrio de las Letras. Une la carrera de San Jerónimo con la calle de las Huertas

En el Siglo de Oro tuvo corral de comedias y taberna quevedesca. Fue, con la vecina calle del Prado, una de las primeras vías madrileñas en disfrutar de alumbrado de gas mediado el siglo XIX. Perdió su nombre renacentista en favor del político e ingeniero, y Premio Nobel de Literatura en 1904, José Echegaray. 

Ha sido calle recoleta pero alegre y popular, con fama de ambientes variopintos: folclore, tipismo tabernario y un reducto de prostitución tras la Guerra Civil española. En ella tuvo su primer local la saga Loewe.

Calle de Cervantes

Calle de Cervantes

La calle de Cervantes transcurre entre la calle del León y la plaza de Cánovas del Castillo.

Primero se llamó Francos, apellido de una familia que durante generaciones vivió en esta calle. El primero de ellos, don Pedro Suárez de Francos, que fue regidor de la villa a principios del siglo XV, y el último, don Diego Francos de Garnica, alcalde de Casa y Corte.

El tramo comprendido entre la plaza de Jesús y el paseo del Prado se llamó Duque de Alburquerque, porque la calle se abrió al ser derribado el palacio del duque de Medinaceli y Alburquerque.

Cuando la calle de Francos recibió el nombre de Cervantes en 1835, la del Duque de Alburquerque pasó a llamarse también Cervantes por constituir su prolongación, nombre que mantiene en la actualidad.

Calle del Infante

Calle del Infante

La calle del Infante se encuentra situada entre la calle de Echegaray y la calle del León.

Según la tradición, aquí se hallaba la quinta del infante don Fernando de la Cerda, ocupada posteriormente por Antonio Sánchez, secretario del infante don Sancho, hijo segundo de Alfonso X el Sabio.

En ella se reunían para conspirar y sublevar al pueblo de Madrid contra el rey y excluir de la sucesión a la corona a los hijos del infante Fernando de la Cerda, tal como les correspondía.

Calle del León

Calle del León

La calle del León nace en la calle del Prado y desemboca en la calle de Atocha, en la plaza de Antón Martin.

La calle del León, antes de denominarse así se llamaba calle del Mentidero pues fue aquí donde estuvo uno de los mentideros más importantes de la Villa, el de los Cómicos. (Los mentideros eran los puntos de encuentro en los cuales, durante el Siglo de Oro, la gente de Madrid se reunía para hablar y conversar de cualquier tema).

La placa cerámica de la calle del León resume perfectamente la anécdota que originó su nombre. Según cuenta la tradición hubo en esta calle un indio que tenía un león enjaulado y que, a modo de espectáculo, lo enseñaba a la gente a un precio de dos maravedíes. La presencia de esta curiosa atracción terminó por bautizar la calle.

domingo, 22 de febrero de 2015

Costanilla de los Desamparados

Costanilla de los Desamparados

La Costanilla de  los Desamparados está entre la calle de las Huertas y la calle de Atocha.

Tomaba el nombre del antiguo colegio de Niños Desamparados, situado en la calle de Atocha esquina a esta costanilla, en el edificio de la famosa imprenta de Juan de la Cuesta, donde se imprimió el primer Quijote. Esta calle también se ha llamado del Gobernador.

El edificio fue construido hacia 1600. Aquí se imprimió la primera edición del Quijote, en la antigua imprenta de Juan de la Cuesta, impresor que estaba casado con María Quiñones, quien a su vez tenía una imprenta en la calle de Quiñones, la célebre imprenta de Quiñones.

sábado, 21 de febrero de 2015

Plaza de Jesús

Plaza de Jesús

La plaza de Jesús está entre las calles de Cervantes, Duque de Medinaceli, Jesús y Lópe de Vega  toman el nombre del antiguo convento de la Encarnación, de trinitarios descalzos (hoy de los capuchinos), más conocido por el convento de Jesús, que se halla muy transformado en la actualidad y en cuya iglesia se venera la imagen de Jesús de Medinaceli de tanta devoción.

Calle de Jesús

Calle de Jesús

La calle de Jesús se encuentra entre la calle de Lope de Vega y la calle de Moratín.

Toma el nombre del antiguo convento de la Encarnación, de trinitarios descalzos (hoy de los capuchinos), más conocido por el convento de Jesús, que se halla muy transformado en la actualidad y en cuya iglesia se venera la imagen de Jesús de Medinaceli de tanta devoción.

En el plano de Texeira la calle figura como calle de los Trinitarios por el anterior convento aquí situado.

Calle de las Huertas

Calle de las Huertas

La calle de las Huertas, en el Barrio de las Letras (denominado también barrio de las Musas y barrio de los comediantes), corre paralela a la calle de Atocha, desde la plaza del Ángel a la plaza de la Platería de Martínez y recibe este nombre por las huertas, que según unos pertenecían al marqués de Castañeda, gentilhombre de Enrique IV; según otros, al convento de los Jerónimos e incluso a las del duque de Lerma y que desaparecieron con el crecimiento de la villa. Ya en el siglo XVII se conocía como Calle de las Huertas del Prado, puesto que esta calle permitía el acceso desde el centro de la ciudad al Prado,

Muy conocida por los asiduos de los bares y pubs nocturnos que la recorren casi ininterrumpidamente. Pocos imaginan que en el siglo XVII era una de las varias zonas de Madrid que había para las llamadas casas de lenocinio. De hecho, había dos dichos referidos a la calle que decían «en Huertas, una puta en cada puerta» y «calle de las Huertas, más putas que puertas».

Entre 1840 y 1841 recibió el nombre de Máiquez, porque en esta calle vivió al actor dramático Isidoro Máiquez (1768-1820) que participó activamente en el alzamiento del 2 de mayo de 1808. (Máiquez tiene en la actualidad una calle en el distrito de Retiro).

Plaza de la Platería de Martínez

Plaza de la Platería de Martínez

La plaza de la Platería de Martínez se encuentra entre el paseo del Prado y las calles de la Alameda, calle de Moratín y calle de las Huertas.

Toma el nombre del edificio de la Platería de Martínez, escuela para jóvenes aprendices de plateros, construido en 1792 y derribado a finales del siglo XIX o principios del XX.

El espacio de la glorieta estuvo ocupado, en un primer momento, por las huertas del noviciado de las Hijas de la Caridad y después, por la Real Platería de Martínez, institución creada bajo la supervisión de Carlos III como escuela de orfebres y para abastecimiento de la Real Casa. El edificio, de estilo Neoclásico, era obra del arquitecto Carlos Vargas Machuca.

En la actualidad es una plaza de pequeño tamaño en los aledaños del paseo del Prado, presidida por una fuente moderna que imita el estilo Neoclásico de la antigua fábrica de platería.

Calle del Maestro Tellería

Calle del Maestro Tellería

La calle del Maestro Tellería se encuentra entre la calle de las Huertas y la de Lópe de Vega.

Cuando en 1949 se construyó el antiguo edificio de los Sindicatos, como se le conocía (hoy Ministerio de Sanidad y Consumo), se abrió una nueva calle que comunicó las de Lope de Vega y la calle de las Huertas y recibió el nombre de Maestro Tellería, en recuerdo del pianista y compositor guipuzcoano Juan Tellería y Arrizabalaga, autor, entre otros, de la música del himno de la Falange Cara al sol.
Juan Tellería y Arrizabalaga (Cegama, Guipúzcoa, 12 de julio de 1895 – Madrid, 25 de febrero de 1949).

Calle de Moratin

Calle de Moratin


La calle de Moratín se encuentra entre la calle de Atocha y la plaza de la Platería de Martínez.

Anteriormente se llamó San Juan y San Juan al Prado, porque conducía al Prado de los Jerónimos, hoy paseo del Prado. Tomaba el nombre del humilladero que aquí había dedicado a San Juan Bautista, lugar donde acudía la gente cada 24 de junio y su víspera a celebrar la verbena y la feria y se llamaba San Juan al Prado para distinguirla de la calle llamada San Juan la Nueva.

Desde principios del siglo XX recibe el nombre actual en recuerdo del escritor Leandro Fernández Moratín (1760-1828), que nació en la casa situada en la confluencia con la plaza de San Juan.

viernes, 20 de febrero de 2015

Pasaje de Dore

Pasaje de Dore

Entre la calle de Santa Isabel y la calle de Atocha hay una estrecha calle denominado Pasaje de Dore.

En 1896, se instalaba en Madrid el primer cinematógrafo, gracias a una concesión de Lumiére en los bajos del Hotel Rusia, sito en la Carrera de San Jerónimo. A comienzos del siglo XX, el metraje de las películas fue en aumento y poco a poco se fueron construyendo barracones fijos en los solares vacíos de los alrededores de la calle de Atocha. Barracones, que con los años, se les irían añadiendo elementos de mampostería, decorados y adornos de escayola, con la finalidad de atraer al público.

En uno de ellos se construyó el primer Cine Doré. Estaba situado en el Pasaje de Doré. Acerca de la atribución del  nombre, hay dos teorías: la primera defiende en que es en honor a Pablo Gustavo Doré, pintor francés, autor de ilustraciones para ediciones especiales de la Biblia y de El Quijote; la otra defiende  que el nombre real era Cine DO-RE, haciendo alusión a las dos primeras notas musicales. En varias fotografías de Manuel Urech, fechadas en 1964, se puede apreciar que el nombre del cine está escrito con un guión intermedio y posiblemente en la última restauración no se pintó el guión entre ambas sílabas.