La plaza de Pontejos (denominada también
como plaza del Marqués Viudo de Pontejos) es una plaza ubicada en el centro de
Madrid, enmarcada por las calles de Esparteros, del Marques Viudo de Pontejos y del Correo, cerca de la Puerta del Sol con la que se comunica mediante la calle del Correo, bs. de la Puerta del Sol y de Correos, d. del Centro, p. de Santa Cruz.
Esta plaza existe desde 1841 cuando se produce el derribo del Claustro
de San Felipe.
Quedó formada al mismo tiempo que la calle anterior. En 1849 pusóse en ella la famosa fuente, adornada
por el sencillo monumento que ostenta el busto del marqués de Pontejos, que, por cierto, fue robado una noche y restituido prontamente a su lugar. La
fuente de Pontejos tenía un pilón que, según parece, había sido el de la primitiva
que hubo en la Puerta del Sol, y acudían
a ella noventa y un aguadores que repartían por las casas de la villa el agua codiciada de aquel viaje del Alto Abroñigal.
Hace tiempo ha sido quitado el pilón y reducido a dos el número de los caños de esta fuente.
La plaza de Pontejos, que tiene uno de sus aspectos más característicos en el momento de darse allí la venta de los periódicos, ha debido ser el lugar utilizado por la Compañía del Metropolitano para instalar allí su estación central, en vez de crear un estorbo en el centro de la Puerta del Sol. De la misma plaza se ha hablado algunas veces como paraje a propósito para la feria permanente de libros, y en verdad que para ello tiene condiciones superiores a la de otros sitios propuestos para ese fin. Desde luego sería ventajosa cualquier solución que sirviera para desembarazar la bella verja del Botánico de los tenderetes que la tapan.
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