La calle de Floridablanca se encuentra entre la carrera de San Jerónimo y la calle de Jovellanos.
Es una calle relativamente moderna pues se abrió en 1848
entre el convento del Espíritu Santo (derribado para construir en su solar el
Congreso de los Diputados) y la casa del duque de Híjar. En la actualidad el transito por esta calle se reduce al servicios del Congreso de los Diputados ya que se ha embebido en el conjunto, entre el Palacio y la nueva edificación del congreso.
Recibió el actual nombre en recuerdo de José Moñino y
Redondo (1730-1808), conde de Floridablanca y ministro de Carlos III.
José Moñino y
Redondo, I conde de Floridablanca (Murcia, 21 de octubre de 1728 - Sevilla,
30 de diciembre de 1808), fue un político español que ejerció el cargo de
Secretario de Estado entre 1777 y 1792 y presidió la Junta Suprema Central
creada en 1808.
En 1767 actuó contundentemente contra los instigadores del
motín de Esquilache en Cuenca y colaboró con Aranda y Campomanes en la
expulsión de los jesuitas de los territorios de la corona española ese mismo
año. En 1772 es nombrado embajador plenipotenciario ante la Santa Sede, donde
influyó en Clemente XIV para obtener la disolución definitiva de la Compañía de
Jesús, objetivo que alcanza en 1773. En premio a estos servicios, Carlos III le
nombra conde de Floridablanca ese mismo año.
Su etapa ministerial
El 19 de febrero de 1777 toma posesión como Secretario del
Despacho de Estado (especie de ministro de Asuntos Exteriores), cargo que
ostentaría hasta el 27 de febrero de 1792, ocupando interinamente la Secretaría
de Gracia y Justicia entre 1782 y 1790.
El Conde de Floridablanca creó en el año 1785 la Dirección
General de Caminos, naciendo en 1799 la Inspección General de Caminos y
Canales.
Floridablanca orientó la política exterior de Carlos III
hacia un fortalecimiento de la posición española frente a Inglaterra, motivo
por el que interviene en la Guerra de Independencia de los Estados Unidos junto
a Francia y las colonias rebeldes en contra de Inglaterra (1779-1783), gracias
a lo cual consigue recuperar Menorca (1782) y Florida (1783). Sin embargo, no
es capaz de tomar Gibraltar tras el Gran Asedio. Potenció también la amistad
con los príncipes italianos de la Casa de Borbón y con Portugal (con la que
firma un tratado de amistad en 1777, el tratado de San Ildefonso, por el que
obtiene las islas africanas de Annobón y Fernando Poo).
Pronto se vio enfrentado al partido aragonés que encabezaba
el conde de Aranda, pues Floridablanca pretendía reequilibrar las instituciones
de la Monarquía dando más peso al estilo de gobierno ejecutivo de las
Secretarías de Estado y del Despacho, mientras que Aranda defendía el estilo
tradicional que representaban los Consejos. En esa línea creó en 1787 la Junta
Suprema de Estado (presidida por él mismo), que respondía a la idea de
coordinar las distintas secretarías en una especie de Consejo de Ministros,
obligando a todos los secretarios a reunirse una vez por semana.
Ante esta situación, Floridablanca quiso abandonar su cargo,
sin resultado, puesto que el testamento real estipulaba que el hijo y sucesor
del rey Carlos III debía mantener su confianza en el Conde de Floridablanca. En
1789 el pueblo de Madrid, en múltiples panfletos, acusaba a Floridablanca de
robo y de deslealtad a la Corona. Éste quiso dimitir, decisión no admitida por
Carlos IV, el cual creó varias secretarías (Gracia y Justicia, Real Casa y
Patrimonio) para aliviar los trabajos de Floridablanca.
Antaño reformista, los sucesos de la Revolución francesa
hacen cambiar de forma radical su punto de vista político, convirtiéndose en
abanderado de una fuerte reacción, que lleva al encarcelamiento de Francisco
Cabarrús y la caída en desgracia de Jovellanos y Campomanes. El 18 de julio de
1790 sufre un atentado, del que escapa ileso. Dos años más tarde Carlos IV le
destituye y es apresado en su casa de Hellín. La subida al poder de Aranda le lleva
a la cárcel en la ciudadela de Pamplona, bajo acusaciones de corrupción y abuso
de autoridad. A la caída de Aranda, sustituido por Manuel Godoy, es liberado
(1794). Sin embargo, Floridablanca no vuelve a intervenir en asuntos políticos
y se retira a su ciudad natal, Murcia.
Bajo su mandato se construyó el Canal Imperial de Aragón,
del que todavía hoy depende el abastecimiento de agua potable de numerosos
municipios, entre ellos Zaragoza, y el regadío de 26.500 Ha. de terreno entre
Aragón y Navarra.
Oposición a la invasión
napoleónica
Tras el levantamiento de Madrid contra los franceses (2 de
mayo de 1808), José Moñino organiza la Junta Suprema de Murcia. Apoyó la
candidatura de la infanta Carlota Joaquina de Borbón a la Regencia, en nombre
del rey Fernando VII. Poco después fue nombrado presidente de la Junta Central
Suprema, muriendo al poco tiempo en Sevilla.
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