La calle de Pavía se
encuentra entre la plaza de Oriente y la calle de San Quintín.
Esta es una de la nuevas
calles que se construyeron tras los derribos efectuados por José Bonaparte en
1810.
Lleva el nombre de la
batalla en que fue vencido y hecho prisionero Francisco I de Francia, el 24 de
febrero de 1525, día del cumpleaños de Carlos I.
Dice Pedro de Répide de esta calle:
De la plaza de Oriente a la calle de San Quintín, b. de Carlos III, d. de Palacio, p.de Santiago.
Es una calle breve, que no tiene casas más que a un lado, y en su número 2 tuvo una de sus últimas viviendas la famosa poetisa Gertrudis Gómez de Avellaneda.
Ostenta el nombre de la batalla en que fue vencido y hecho prisionero el rey de Francia Francisco I. Aconteció aquel hecho de armas el 24 de febrero de 1525, día del cumpleaños del césar Carlos V, y en esa victoria del ínclito capitán D. Antonio de Leiva influyó decisivamente la aprehensión del monarca francés por el soldado Juan de Urbieta, de la compañía de don Diego de Mendoza.
La espada de Francisco I, vencido aquel día, figuró durante mucho tiempo en la Armería real; pero Murat, en 1808, la recogió y envió a Francia. Actualmente existe en su lugar una reproducción exacta, que el Gobierno español mandó hacer a D. Eusebio Zuloaga.
Una copla popular, recogida por Gonzalo Fernández de Oviedo en 1547, cantaba el episodio del vencimiento y la prisión:
Rey Francisco, mala guía
desde Francia vos trujísteis,
pues vencido y preso fuisteis
de españoles en Pavía.
Un ingenioso poeta valenciano, el caballero de Montesa. D. Jaime Falcó, hace una donosa alusión a aquel triunfo cuando en la sátira cuarta contra los jugadores dice que los bastos y espadas de la fábrica de naipes de Lyon, que los franceses habían enviado a España, nos sacaban más sangre que a ellos las nuestras de acero, cuando aprisionando a su rey fueron destrozados en Pavía, sabiendo vengar con armas de cartón las cuchilladas de nuestros alfanjes.