Entre las calles de Santa Isabel y Zurita se encuentra ésta calle
de evocador nombre: Torrecilla del Leal. Para conocer el origen del nombre de
esta calle hay que remontarse a la Edad Media, concretamente a las guerras
civiles castellanas del siglo XIV entre Pedro I el Cruel (o el Justiciero) y su
hermano don Enrique (futuro Enrique II de Castilla). En éstas, los concejos
tomaron partido por uno de los dos candidatos, y el Concejo madrileño decidió
apoyar al rey legítimo Pedro I.
La resistencia de Madrid fue grande, por lo que D. Enrique
levantó el asedio el 24 de octubre de 1366. Durante la defensa las puertas de
Madrid estuvieron confiadas a caballeros de conocida fidelidad. Los linajes de
más abolengo de la Villa se repartieron la defensa de cada una de las puertas
de la muralla medieval cristiana. El reparto fue el siguiente:
• Puerta Cerrada: los Lujanes;
• Puerta de Guadalajara: los Luzones;
• Puerta de la Vega: los Herreras;
• Puerta de Moros: los Lassos de la Vega;
• Puerta de Balnadú: los Barrionuevos;
• Postigo de San Martín: el prior y los
monjes benedictinos.
Pues bien, durante el asedio de Madrid, Enrique buscaba
donde hospedarse y se dirigió a una granja -que entonces se denominaban
“torrecillas”- en las proximidades de la calle actual. El dueño, leal a la
causa de Pedro I, le reconoció como el hermano traidor de su rey y le negó el
alojamiento. Tal fue la ira de Enrique que mandó ahorcarle inmediatamente en
sus propiedades.
Lo sucedido en el entorno de esta calle permanecerá en nuestro
recuerdo gracias al callejero madrileño. En memoria de aquel suceso fue llamada
del Leal.
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