La calle del Calvario, que va de la calle de Jesús y María a la calle del Olivar, tuvo fama porque allí terminaba el Calvario o Vía Crucis que San Francisco de
Asís fundador del Convento de su nombre hizo construir, señalando los lugares
donde debían ir las cruces de madera, más tarde se hicieron de piedra de
Colmenar. El Vía Crucis partía del convento de San Francisco (actual San Francisco el Grande).
La Hermandad de la Vera Cruz salía los Viernes de Semana Santa a
recorrer la Vía Sacra y en la madrugada del Viernes Santo acudían los
disciplinantes con túnicas cenicientas, descalzos, arrastrando cadenas y
grandes cruces. El campo del Calvario estaba bendito y muchas personas
enterraban allí sus cadáveres. También eran sepultados los reos condenados a
ser lapidados o descuartizados. Al realizar las obras de mejora de las calles,
aparecieron gran número de esqueletos que fueron trasladados al antiguo
cementerio ya desaparecido de San Sebastián en la Calle Méndez Álvaro.
En la calle del Calvario, el 9 de Febrero de 1804 nace Luis
Candelas Cajigal.
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