La sinuosa calle del Ave María va de la calle de la Magdalena a la plaza de Lavapiés.
En el Barrio de Lavapiés se ubicó antiguamente la judería de
la ciudad. Con la expulsión de los judíos de esta zona en el Siglo XV se
comenzó una cristianización de la zona, bautizando a las calles con nombres de
exaltado carácter religioso como calle del Amor de Dios, calle de la Fé o, como esta que nos ocupa, calle del Ave María, denominada hasta entonces como calle del Barranco.
Harto de esta situación, el confesor de Felipe II aprovechó
su situación para hablar con el monarca y pedir al Rey que demoliese esas
problemáticas viviendas, petición que fue atendida de manera positiva. El
verdadero escándalo, al parecer, vino con el derribo de las casas cuando en sus
pozos se encontraron multitud de cadáveres, tanto de adultos como de niños. Un
macabro hallazgo ante el cual, el beato reaccionó exclamando un sonoro: ¡Ave
María!.
En esta calle existió un teatrillo, que empezó por barraca para proyecciones cinematográficas y luego, reformado, se le denominó Coliseo de Lavapiés, sirviendo constantemente para las representaciones de aficionados.
En el número 23 de esta calle murió, el 16 de enero de 1873, el ilustre actor José Calvo, primero de una dinastía gloriosa en nuestro teatro.
En esta calle existió un teatrillo, que empezó por barraca para proyecciones cinematográficas y luego, reformado, se le denominó Coliseo de Lavapiés, sirviendo constantemente para las representaciones de aficionados.
En el número 23 de esta calle murió, el 16 de enero de 1873, el ilustre actor José Calvo, primero de una dinastía gloriosa en nuestro teatro.
Durante la guerra civil española, entre 1936 y 1939 recibió
el nombre de Luis Santa María.
No hay comentarios:
Publicar un comentario