La calle de Bastero se
sitúa entre la calle de Toledo y la calle del Carnero.
Su nombre lo toma del
apodo que se dio a un hombre en virtud de su oficio. Se llamaba Jaime, tenía
aquí su casa y su taller, y era bastero. Un bastero es alguien que se dedica a
la fabricación de bastas, esto es, albardas de carga para las caballerías. Pero
Capmany quiso rizar el rizo, y comentó con su habitual dosis de fantasía, que
la real ocupación del tal Jaime era realmente el dibujo debastos en la baraja
de naipes. ¿Es que no dibujaba los otros tres palos?
El Bastero era propietario
del terreno donde Pedro de Cuenca determinó fundar el albergue de San Lorenzo,
junto a la Cuesta de los Cojos, y en el que recogía a los menesterosos la ronda
de pan y huevo, a la que perteneció el Bastero, siendo de los que más
fervorosamente se consagraron a la caritativa institución.
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