Entre las plazas de Santa Cruz y de Jacinto Benavente.
Hasta muy entrado el siglo XIX la calle de la Bolsa era
conocida como Plazuela de la Leña. Era más bien un callejón muy irregular que
acababa en una violenta escuadra llamada Plaza de la Aduana Vieja. El antiguo
nombre, según Mesonero Romanos, pudiera provenir de las pilas de madera que
sirvieron de barricada a los comuneros madrileños y segovianos frente a las
tropas imperiales. Como la calle se abrió en 1548, a propuesta de Francisco
Castillo, secretario del Consejo, el recuerdo de aquella guerra era aún muy
reciente. Peñasco y Cambronero recogen esta versión, pero es más creíble para
ellos que en esta zona hubiese en otras épocas un mercado de leña “y así nos
ahorramos de buscar etimologías que, por lo originales, pueden dar lugar á
discusión”.
En esta calle estuvo la casa del Colegio Notarial, agrupación que en 1653 existía como Hermandad de Nuestra Señora del Ruego, Pedrea y Ánimas benditas del Purgatorio, fundándose el Colegio en 1776. En este edificio estuvo, hasta que se trasladó a su residencia propia en la calle de San Mateo, la Asociación para la Enseñanza de la Mujer, que fue fundada en 1870 por don Fernando de Castro. En un piso de esa misma casa estuvo instalado un Círculo obrero de carácter muy avanzado e individualista, y con un aspecto cultural que hacía desfilar en su tribuna en cursos y conferencias a muchas salientes figuras de la intelectualidad.
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