domingo, 15 de enero de 2017

Calle del Amparo




Calle del Amparo

La Calle del Amparo es una de las vías más largas del Barrio de Embajadores, más conocido por su nombre oficioso de Lavapiés. Con origen en la calle de la Esgrima tiene una fina y sencilla existencia que apura hasta sus últimos portales, los cuales desembocan en la ronda de Valencia, junto a la famosa Casa Encendida.

Esta larga calle, que según Répide es “una de las más típicas y pintorescas de los barrios bajos”, forma hoy en día parte de una zona de Madrid que está bastante degradada a causa de diversos males de nuestro tiempo que es mejor no nombrar. Y sin embargo es verdad que es un lugar de gran sabor madrileño, con sus muchas tiendas, tascas y mesones tradicionales.

Es moderna su denominación del Amparo, habiéndose llamado tradicionalmente calle de la Comadre, o más bien de la Comadre de Granada, y también calle de la Rosa. Sin que se pueda convencer a nadie la versión de que por llamarse Amparo aquella legendaria mujer se le ha dado el nuevo nombre, que más bien parece indicar la existencia de algún refugio de desvalidos.


De todas maneras, no se advierte claramente el porque de haber quitado el nombre de la Comadre, que subsiste para una travesía de la misma calle. La comadre granadina era una partera que cuando asistía a alguna mujer en tan delicado trance colocaba en una redoma una rosa de Alejandría, que al mismo tiempo que iba abriéndose iba saliendo con felicidad de su cuidado la madre. Se hizo famosa en Madrid cuando asistió en el parto a una dama llamada doña Guiomar de Mendoza, que fue célebre durante el reinado de Felipe IV. Y así fue tal la fama de la comadre de Granada y de la rosa bruja, que era generalmente admirada y solicitada hasta hacer que las gentes conocieran por ella la calle donde vivía.


Así que la calle de la Rosa empezó a conocerse como calle de la Comadre de Granada y es así como figura en los planos de Texeira y Espinosa.
El nombre subsistió hasta la gran reforma en la rotulación de las calles que llevó a cabo en 1834 el marqués viudo de Pontejos; desde entonces sólo se denominó de la Comadre. Y en 1878 adquirió el nombre actual de calle del Amparo. Para algunos, esto se debe a que ese era el nombre de la comadrona, para otros a que la mujer era un amparo para los vecinos del barrio. Y Répide concluye que el nombre “más bien parece indicar la existencia de algún refugio de desvalidos”, refugio que nos es totalmente desconocido.


Esa calle a la que la musa del pueblo dio también su sitio en la copla de una seguidilla netamente madrileña:


              Calle de la Comadre,
           de arriba a abajo
           no hay mujer que no tenga
           marido y majo 

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