La calle de Alcalá es una de las principales arterias de
Madrid, tanto en tráfico como en actividad comercial. Su longitud supera los 10
Km. Comienza en la Puerta del Sol para terminar en el distrito de San Blas-Canillejas.
A lo largo de su trayecto se encuentran algunos de los
edificios y monumentos más emblemáticos de Madrid como son la fuente de la Cibeles
y la Puerta de Alcalá. La calle fue centro del poder financiero a finales del
siglo XIX, siendo denominada jocosamente como la calle de los banqueros.
Su trazado surge a comienzos del siglo XV de un antiguo
camino que nacía del entonces límite occidental de Madrid, la Puerta del Sol.
La calzada conducía hacia el este, a la ciudad de Alcalá de Henares y hasta
Aragón. Inicialmente recibió el nombre de calle de los Olivares, debido al Olivar
que atravesaba y por el que se veía flanqueada. Cuando la reina Isabel I La
Católica mandó talar el olivar aledaño, debido a la cantidad de malhechores que
se escondían en él, la calle perdió su anterior denominación.
El tramo de la calle que va desde el Paseo del Prado a la
Puerta de Alcalá se denominó calle del Pósito debido a la presencia del Real
Pósito de la Villa. El rey Carlos III decide construir una puerta de acceso tras su entrada su Madrid el 9 de diciembre de 1769, procedente de Barcelona. Al proyecto de la nueva puerta se presenta el ingeniero militar José de Hermosilla, el arquitecto Ventura Rodríguez y el arquitecto Francisco Sabatini. Siendo elegido el proyecto del arquitecto italiano Sabatini. La Nueva Puerta de Alcalá se inaugura en 1778. Durante varios siglos se instaló en los aledaños de
la calle el Real Pósito. Durante el siglo XVII se celebraron las Fiestas de
Nuestra Señora del Carmen el día 16 de julio, posteriormente se trasladó la
verbena al barrio de Chamberí.
A medida que la población de la ciudad crecía, y
especialmente a raíz del nombramiento de Madrid como capital de España en el
siglo XVI, sus aceras se fueron poblando de mansiones de la aristocracia, entre ellos el Palacio de Linares, y de
conventos e iglesias (como la iglesia de San Manuel y San Benito), convirtiendo el antiguo camino en parte de la ciudad.
Cerca de los Jardines del Buen Retiro se encontraba una Plaza de Toros encargada de
ofrecer periódicamente a los madrileños diversas corridas de toros. Desde el
siglo XV se venían celebrando estos festejos taurinos en la Plaza Mayor y desde
comienzos del siglo XVIII se trasladó a esta zona de la calle de Alcalá. En
1754 se inaugura la plaza de toros que Fernando VI dona a la Junta de
Hospitales de la capital. Su servicio como plaza de toros se prolonga hasta 1874
cuando se derriba con la apertura de otra junto a la carretera de Aragón, en
funcionamiento hasta 1934. En el año 1931 se inaugura la Plaza Monumental de Las Ventas que empieza su servicio regular en la temporada taurina del año 1935.
En el número 34 de la calle se edifica en 1779 la denominada
casa de los Heros, nombre que se debe a su constructor Juan Ignacio de los
Heros. Siendo este local ellos de almacén de la Real Fábrica de Cristales de La
Granja pasó a ser residencia del infante don Sebastián de Borbón y del pintor
José Madrazo, en 1914 la sede de la Presidencia del Consejo (denominado en su
época Palacio de la Presidencia) y en la actualidad la sede del Ministerio de
Educación.
La Plaza de la Independencia es ideada a mediados del siglo
XIX por el urbanista Ángel Fernández de los Ríos. Decide la denominación “Plaza
de la Independencia” en honor a la independencia española y concretamente a los
defensores de Zaragoza. Pretende descongestionar el creciente tráfico de
vehículos en la Puerta del Sol creando diversos centros en Madrid. En 1872 el
Ayuntamiento decide realizar la transformación propuesta por Fernández de los
Ríos e inicia la construcción de la Plaza de la Independencia junto con el
barrio de Salamanca (adyacente a la calle de Alcalá) gracias a la intervención
del Marqués de Salamanca.
La calle de Alcalá acoge a finales del siglo XIX los mejores
cafés de tertulia, así como las primeras sociedades. Existieron dos cafés de
tertulia importantes a lo largo de la calle, el Café de Fornos y el Café Suizo,
ambos situados uno en frente del otro. En 1836 se comienza la construcción del
Casino de Madrid en el número 15. El Banco de San Carlos (futuro Banco de España)
que tenía su sede en la calle de la Montera, en 1825 traslada su sede al edificio
propiedad de los Cinco Gremios Mayores de Madrid de la calle de Atocha, que más
tarde pasa a ser sede del nuevo Banco de San Fernando. Este Banco en 1882
decide el traslado definitivo al palacio del Marqués de Alcañices, situado en
la calle de Alcalá adyacente al Paseo del Prado. Se inicia la construcción del
que será el edificio del Banco de España, inaugurado en 1891. Ese mismo año se
inaugura el edificio de la La Equitativa (número 14) en propiedad inicialmente
de la Compañía de Seguros La Equitativa. Convirtiendo el eje Puerta del Sol-Plaza de la Independencia en el centro financiero de la capital. Diversos
bancos ponen sus sedes a lo largo de este tramo inicial de la calle.
A comienzos del siglo XX la calle se prolonga, debido al
ensanche, más allá de la Puerta de Alcalá. En el año 1910, en el número 15, se
inaugura la sede del Casino de Madrid y al año siguiente se abre en el número 1
la central interurbana de la Compañía Peninsular de Teléfonos. El tramo
financiero va acumulando diversas sedes de bancos españoles. La necesidad de modernizar correos, y de emplear una sede que acoja los nuevos medios de comunicación hace que el Ayuntamiento de Madrid inaugure el Palacio de Comunicaciones (obra del arquitecto Antonio Palacios y de Joaquín Otamendi).
Este arquitecto gallego logra construir cinco edificios en la calle.
Anteriormente, el 4 de abril de 1910, delante de la Iglesia de San José
comienzan los derribos de casas para la construcción de la Gran Vía. El
objetivo era dar acomodo a los nuevos medios de transporte que surgían por
Madrid. El Círculo de Bellas Artes se construye en el periodo de 1919-1926.
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