La plaza de Canalejas, antes conocida como de las Cuatro
Calles, se encuentra situada en el tradicional centro bancario de Madrid, entre la Carrera de San Jerónimo y las calles de la Cruz, de Sevilla y del Príncipe.
Lleva el nombre del político y orador José Canalejas, que murió asesinado por un anarquista mientras miraba el
escaparate de la desparecida librería San Martín, de la Puerta del Sol esquina
a la calle de Carretas, a unos cien metros de esta plazoleta de Canalejas.
- El edificio de piedra caliza del que fuera Banco Hispano Americano (luego Grupo Santander), proyectado por Eduardo Adaro en 1902, sito
en el número 1, esquina a la Carrera de San Jerónimo.
- De 1920 es la Casa de Allende o de Tomás Allende, que ocupa otra esquina de la Carrera, en el número 3. Este edificio, proyectado por Leonardo Rucabado, generoso en elementos constructivos, cuenta con un mirador en madera de estilo cántabro, único en Madrid y un remate cerámico obra de Daniel Zuloaga.
- Tienda de caramelos "La violeta", en la Plaza de
Canalejas, de Madrid.
Répide, anota en sus crónicas callejeras que en esta plaza
tuvieron establecimiento y dependencias el periódico La Tribuna y el Círculo
Literario de Madrid.
Un rincón de típica tradición madrileña en esta falsa plazoleta
de Canalejas es el establecimiento "La Violeta", una pequeña tienda
de caramelos fabricados artesanalmente inaugurada en 1915 por el confitero
Mariano Gil Fernández en el local de calle del portal número 6. Es anécdota
legendaria que el rey Alfonso XIII compraba estas "violetas" tanto
para su esposa, la reina Victoria Eugenia, como para su amante, Carmen Ruíz de
Moragas.
Fue ministro de Fomento, de Gracia y Justicia, de Hacienda y
ministro de Agricultura, Industria, Comercio y Obras Públicas durante la
regencia de María Cristina de Habsburgo-Lorena y presidente del Consejo de
Ministros y nuevamente ministro de Fomento y ministro de Gracia y Justicia
durante el reinado de Alfonso XIII. Fue elegido presidente del Congreso de los
Diputados de España durante la Legislatura de 1906-1907.
Era hijo del ingeniero de los ferrocarriles y director del
periódico El Eco Ferrolano José Canalejas y Casas y de María del Amparo Méndez
Romero. Cursó sus primeros estudios en el Colegio de Santoja. Niño prodigio, a
los diez años tradujo del francés y publicó una pequeña obra titulada Luis o el
joven emigrado. A la edad de once años era ya corresponsal político de prensa
con el pseudónimo de El cantor de Mugardos. Se trasladó con su familia a Madrid
donde cursó el bachillerato en el Instituto de San Isidro y obtuvo las
licenciaturas de Derecho en 1871 y de Filosofía en 1872 en la Universidad
Central de Madrid y el grado de doctor en ambas facultades. En 1873 era
auxiliar de cátedra, pero fracasó en dos oposiciones a cátedra, por lo que
abandonó la enseñanza. Ingresó en la compañía de los Ferrocarriles de Madrid a
Ciudad Real y a Badajoz, donde alcanzó el cargo de secretario general y
defendió como abogado a la compañía en pleitos con otras empresas ferroviarias
españolas.
Simpatizante del Partido Demócrata Progresista, de ideas
republicanas, cuando se produjo la Restauración borbónica abandonó estas ideas
para incorporarse al Partido Liberal de Sagasta, dirigido a la sazón por
Cristino Martos y con el que participó en las elecciones de 1881 siendo elegido
diputado por Soria. En los sucesivos procesos electorales continuó obteniendo
acta de diputado por la citada circunscripción de Soria (1884), y por las de
Cádiz (1886) y Alicante (1891-1907), renunciando en alguna ocasión a otros
escaños conseguidos por Madrid y Ciudad Real y llegando a presidir la propia
Cámara entre 1906 y 1907.
Durante la Regencia, siempre en gobiernos presididos por
Sagasta, fue ministro de Fomento entre el 14 de junio y el 11 de diciembre de
1888, ministro de Gracia y Justicia entre el 11 de diciembre de 1888 y el 21 de
enero de 1890, ministro de Hacienda entre el 17 de diciembre de 1894 y el 23 de
marzo de 1895 y, ministro de Agricultura, Industria, Comercio y Obras Públicas
entre el 19 de marzo y el 17 de mayo de 1902, departamento desde el que
impulsaría la creación del Instituto del Trabajo. Posteriormente, durante el
reinado de Alfonso XIII, sería nuevamente ministro de Agricultura, Industria,
Comercio y Obras Públicas entre el 17 y el 31 de mayo de 1902 también con
Sagasta y ministro de Gracia y Justicia entre el 29 de junio de 1911 y el 12 de
marzo de 1912 en un gabinete que él mismo presidió.
Colaborador de La Democracia, fundó en 1890 el influyente
diario Heraldo de Madrid.
En 1897, preocupado por la situación en Cuba, viajó a la
isla para tener información de primera mano del problema. Interesado en el
conflicto, se alistó como un voluntario más a las listas del ejército y vistió
el traje de rayadillo de la época. A sus 43 años, y después de haber sido
ministro, luchó como un soldado más y obtuvo la Cruz del Mérito Militar con
distintivo rojo.
Una vez conocida la dramática situación de la Provincia de
Cuba, volvió a España y presentó sus impresiones a Sagasta, el cual hizo caso
omiso a sus recomendaciones. Un año después (1898) la provincia de Cuba fue
invadida por los EE. UU. junto a las Islas Filipinas y Puerto Rico (que
dependía administrativamente de Cuba en ese momento), en respuesta a la
explosión del buque norteamericano Maine que se encontraba de
"reconocimiento en la bahía de Cuba" (explosión de la cual se culpó a
España, sin que nunca se probara su autoría). Una vez terminada y perdida la
guerra, en 1902 fundó su propio partido, el Liberal-Demócrata, destacándose
como cabeza de una corriente izquierdista que defendía ideas democráticas y de
separación de la Iglesia y el Estado.
Su paso por la política vino acompañado también por una
dilatada vida intelectual. Ya con diez años tradujo del francés la novela Luis,
el joven emigrado trabajando también como profesor de Literatura. En 1875
publicó en dos tomos Apuntes para un curso de literatura latina. Tres años más
tarde publicó el libro Derecho parlamentario comparado. En 1910 publicó el libro
Estudios sobre las Regalías de la Corona de España. Además colaboró en prensa y
dio muchas conferencias. Gran orador, presidió también la Real Academia de
Jurisprudencia y Legislación y la Asociación de Escritores y Artistas Españoles
durante el periodo de 1909 a 1912.
José Canalejas recibió numerosas condecoraciones como las
grandes cruces al Mérito Naval, Mérito Militar, Orden Civil de la Beneficencia
y Carlos III; las medallas de la coronación del Rey, de Cuba, de Alburquerque y
Villaviciosa; el Collar de la Torre y la Espada de Portugal; la Cruz de San
Mauricio de Italia, la del León de Bélgica, la de San Carlos de Mónaco y la
Nacional de Bolivia.
Tras unificar transitoriamente las diversas corrientes que
pugnaban en el interior del liberalismo, fue presidente del Consejo de
Ministros entre el 9 de febrero de 1910 y el 12 de noviembre de 1912, periodo
en el que habría de presidir hasta tres gobiernos desde los que impulsó un
programa de reformas: abolió la Contribución de Consumos, estableció el
servicio militar obligatorio y limitó la instalación de órdenes religiosas (Ley
del candado). Visitó Marruecos con el rey Alfonso XIII en 1911 y ordenó la
ocupación de Larache, Arcila y Alcazarquivir en respuesta a la ocupación
francesa de Fez. Las negociaciones que inició con los franceses conducirían,
poco después de su muerte, al establecimiento de un protectorado conjunto en
Marruecos.
Suprimió el impuesto de consumos, mejoró la legislación
social e intentó resolver la cuestión catalana con un proyecto de Mancomunidad
preparado con la colaboración de Enric Prat de la Riba. En materia de orden
público, hubo de emplear la fuerza para reprimir el intento de sublevación
republicana de 1911 (motín en la fragata Numancia y sucesos de Cullera) y la
huelga ferroviaria de 1912.
No pudo llegar a realizar las esperadas reformas políticas
que hubieran transformado el régimen existente en una verdadera democracia,
acabando con el caciquismo y el fraude electoral. Falleció en la mañana del 12
de noviembre de 1912, asesinado por el anarquista Manuel Pardiñas Serrano
cuando miraba el escaparate de la desaparecida librería San Martín en la Puerta
del Sol 3 (actual número 6), a escasos metros de la esquina con la calle de
Carretas. Desde entonces se abrió una larga pugna por el liderazgo del Partido
Liberal, que desencadenaría su fin.
A su funeral asistieron numerosas personas, tales como
Álvaro Figueroa y Torres Mendieta, conde de Romanones, y Manuel García Prieto,
marqués de Alhucemas, liberales en su mayoría. José Canalejas se encuentra
enterrado en el Panteón de Hombres Ilustres, junto a la Basílica de Nuestra
Señora de Atocha.
Se realizó en 1912 un cortometraje semidocumental sobre su
asesinato y entierro titulado "Asesinato y entierro de don José
Canalejas", dirigido por Enrique Blanco y Adelardo Fernández Arias, que
fue la primera película interpretada por el actor José Isbert con 26 años en el
papel de Manuel Pardiñas Serrano.
Contrajo matrimonio en septiembre de 1878 con María
Saint-Aubin y Bonnefon, que sin hijos moriría en 1897. Se casó en segundas
nupcias con María de la Purificación Fernández y Cadenas, I duquesa de
Canalejas, y I marquesa de Otero de Herreros, títulos que obtuvo a la muerte de
Canalejas.
Con ella tuvo seis hijos:
- José María Canalejas y Fernández, II duque de Canalejas
(Asesinado en la Guerra Civil por el frente popular en 1936, sin descendencia).
- María de la Asunción Canalejas y Fernández, III duquesa de
Canalejas (Descendencia: José Manuel Canalejas Clemente (1949 - 1996), IV duque
de Canalejas)
- María Luisa Canalejas y Fernández (Descendencia: Pedro,
María Luisa y José Aragonés Canalejas).
- Rosa Canalejas y Fernández (Fallecida a corta edad, sin
descendencia).
- Blanca Canalejas y Fernández (Fallecida a corta edad, sin
descendencia).
- Enriqueta Canalejas y Férnández (Sin descendencia).
Cabe destacar que su sobrino, Víctor Peñasco y Castellana,
viajó a primera clase a bordo del RMS Titanic junto a su esposa y la doncella
de la misma. Desgraciadamente pereció en la tragedia el 14 de abril de 1912,
pocos meses antes de la muerte de Canalejas.
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