La calle de los Tres Peces
está entre la calle del Ave Maria y la calle de Santa Isabel.
Según relata el cronista de la Villa, Pedro Répide en su
libro ‘Los nombres de las calles de Madrid’, en esta calle se encontraba la
casa de Don Pedro Solorzano, quien tenía la costumbre de regalar todos los años
en el día de San Francisco de Paula tres peces grandes al convento de la
Victoria; otros tres, el día de San Rafael al Hospital de San Juan de Dios;
otros tres el día de la Concepción al Hospital de San Francisco y otros tres al
Hospital de San Bernardino. Para que no se perdiese la costumbre, fueron
labrados en la fachada de la casa tres peces en memoria de este piadoso hombre
y de ahí el nombre de esta madrileña vía.
Pero en esta calle, hay también espacio para el recuerdo de
grandes hombres de ciencia, en este caso de Don Juan Ramón Gómez-Pamo. Haciendo
chaflán con la calle Santa Isabel 28, una lápida de mármol junto a la figura de
Hermés nos recuerda que en ese lugar moró
Don Juan Ramón Gómez- Pamo, Catedrático de Farmacia de la Universidad Central y Académico de la Real Academia de Medicina, allá por el siglo XIX. En la lápida se lee claramente:
Don Juan Ramón Gómez- Pamo, Catedrático de Farmacia de la Universidad Central y Académico de la Real Academia de Medicina, allá por el siglo XIX. En la lápida se lee claramente:
“AL SABIO CATEDRÁTICO DE FARMACIA Y ACADEMICO DE LA REAL
ACADEMIA DE MEDICINA EXMO. SR. D. JUAN RAMÓN GÓMEZ-PAMO. AL MAESTRO GLORIA DE
LA CIENCIA LOS FARMACEUTICOS ESPAÑOLES EN EL 1ER CENTENARIO DE SU NACIMIENTO
1846-1946”
Esta lápida conmemorativa, se colocó coincidiendo con el
primer centenario de su nacimiento en el año 1946 por la Asociación de
Farmacéuticos Españoles y varios de sus discípulos.
En este mismo
inmueble, existe también otra lápida dedicada al hijo de Don Juan Ramón
Gómez-Pamo, el dibujante Fernando Gómez-Pamo.
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