La calle de San Martin va de la calle del Arenal a la Plaza de las Descalzas y Plaza de San Martin.
Toma el nombre del Convento de San Martin ubicado en la zona
desde tiempos inmemoriales, dando nombre al arrabal.
El antiguo arrabal de San Martín constituyó el primer
asentamiento de población fuera de las murallas medievales. Se formó en torno
al desaparecido monasterio de San Martín, fundado por monjes benedictinos
cluniacenses que acompañaban a Alfonso VI en la conquista de Madrid. Ya se
tienen de él noticias desde 1126. La cerca construida en tiempo de los Reyes
Católicos encerró todos los arrabales extramuros, y una de sus puertas estaba
precisamente en la calle que por tal motivo se llama Postigo de San Martín.
El monasterio ocupaba la actual plaza de San Martín y las
dos manzanas de casas entre las calles de Hileras y de San Martín en la bajada
hacia la calle del Arenal. En su iglesia, sede parroquial desde los primeros tiempos, fueron
enterrados de incógnito los cadáveres de Daoiz y Velarde, por miedo a que
fueran profanados sus cuerpos por los franceses. Cuando este templo fue
demolido en 1810, los restos de los héroes permanecieron ocultos hasta el 2 de
mayo de 1814. La exhumación fue un acontecimiento en Madrid.
El convento de San Martín fue uno de los primeros monasterios
edificados en Madrid. Sus orígenes datan de finales del siglo XI, y su
establecimiento dio lugar a uno de los primeros arrabales de la ciudad que
lleva su nombre: el arrabal de San Martín. Estaba situada en la actual manzana
formada por las calles de Arenal, Hileras, y San Martín. La iglesia del convento
estaba situada en lo que hoy es parte de la plaza de San Martín (anexa a la
plaza de las Descalzas y concretamente en el edificio de la Caja de Ahorros y
Monte de Piedad de Madrid). Justo en frente al Convento de las Descalzas
Reales. El convento se fue convirtiendo con el tiempo en un complejo de
iglesias y ermitas que masificó la zona. Finalmente fueron derruidos en
diversas épocas del siglo XIX y XX (dando lugar a la calle Capellanes, en la
actualidad calle del Maestro Victoria).
Algunos historiadores ubican el origen de este monasterio
antes de la invasión musulmana de la ciudad, en las afueras de la Puerta de
Valnadú. La primera referencia documental de este monasterio data del 16 de
junio de 1126 donde el rey Alfonso VII concede poderes al abad de Domingo de
Silos para que comience a habitar el arrabal. Concediendo además la
administración de dos aldeas: Valnegral y Villanueva del Jarama.
Gozó desde los inicios de la protección de diversos monarcas
como Sancho IV de Castilla y los Reyes Católicos, durante muchos años fue
priorato (Orden hospitalaria) y no abadía. A finales del siglo XVI fue
concedido el permiso de abadía independiente. En este monasterio el benedictino
Martín Sarmiento (1695‒1772) desarrolló una actividad primordial en la formación
de la biblioteca conventual, en la que se describe la existencia de diecinueve
manuscritos hebreos. La independencia se logró siendo abad Fray Sebastián
Villoslada el encargado que acabaría fundando además el Hospital de la Buena
Dicha (ubicado en la calle de la Silva).
A comienzos del siglo XIX el monasterio se encontraba en
estado ruinoso. El valioso archivo de la biblioteca se había perdido. El
empresario español Matías Lacasa crea Viena Capellanes en sus inmediaciones. Los
bombardeos de la defensa de Madrid en la guerra civil de 1936 dieron final a
las estructuras. Desde mediados del siglo XX sólo queda recuerdo del monasterio
por el nombre de la calle, plaza y postigo de San Martin.
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