Rótulo de la institución "Estudio de la Villa" en la calle de la Villa, 2 |
Del Pretil de los Consejos a la plaza de la Cruz Verde, b. del Ayuntamiento, d. de la Latina, p. de Santa María la Real de la Almudena.
El nombre de esta calle es una reducción del que llevó antiguamente y debiera seguir llevando, o sea del Estudio de la Villa.
Llamose así porque en la casa número 2 estuvieron las cátedras de Humanidades sostenía el Concejo, y que desaparecieron cuando fueron fundados los estudios de los jesuítas en la calle de Toledo, donde está hoy el Instituto de San Isidro.
En el Estudio de la Villa ejercieron su profesorado Francisco de Gomara, el maestro Cedillo, Alejo de Venegas y el licenciado Jerónimo Ramiro, quien se despidió a 14 de octubre de 1566, comenzando entonces a explicar las clases el licenciado Francisco del Bayo, dueño de la huerta del mismo nombre y posesión que después de varios destinos es conocida con el nombre de Jardines de la Escuela de Veterinaria.
Al licenciado Bayo, que regentó la cátedra interinamente, sucedió el maestro López de Hoyos, quien triunfó en oposición con Hernando de Arce, siendo nombrado por unanimidad el 19 de enero de 1568, con el salario acostumbrado de 2.500 maravedíes, que al fin de aquel año fue ampliado a 3000, dos reales cada mes por cada uno de los estudiantes, una cahíz anual de trigo y la casa del estudio para su habitación.
La fama de López de Hoyos, interesante historiador, acrecentose por haber sido en ese Estudio de la Villa maestro de Cervantes, al que llamaba su «caro y amado discípulo».
El Estudio de la Villa se suprimió al crearse el de los jesuitas en el Colegio Imperial, y para indemnizar al maestro López de Hoyos le nombraron cura de la parroquia de San Pedro, y luego de la de San Andrés.
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