La plaza de Isabel II, denominada
también de forma popular como Plaza de la Ópera por la estación de metro que llega a ella, fue conocida con anterioridad como plaza de los
Caños del Peral, y también como Fuentes
del Arrabal, plaza de Prim o plaza del Barranco, debido al gran desnivel que
presentaba.
Está ubicada en la confluencia de las calles del Arenal
procedente de la Puerta del Sol, además de las calles Arrieta, Campomanes, Caños del Peral y de la Escalinata. Fue hasta el siglo XVII un centro de recogida de
aguas en Madrid, punto de reunión de aguadores. Siendo igualmente un lavadero
de la zona. De planta cuadrangular, ocupa el solar del antiguo Teatro de los
Caños del Peral, que, desde su inauguración en 1738 hasta su derribo en 1817.
En 1567, Felipe II ordenó derribar la Puerta de Valnadú. En
esa época la Plaza se denominó Plaza de los Caños del Peral por la presencia de
la fuente y que se denominó también Fuente del Arrabal. El plano de Texeira, publicado
en el año 1656, reproduce la fuente con sus cinco caños. Las fuentes
desaparecieron cuando se allanaron los terrenos de la Plaza, así como los del
Palacio Real. Las fuentes de los Caños del Peral se alimentaban de los viajes
del agua subterráneas que provenían de bajo la Plaza Mayor. Alrededor de ella
se levantaron distintos establecimientos balnearios y un lavadero con 57 pilas,
de uso público. La fuente comenzó a dejar de utilizarse en el siglo XVIII y su
abandono se produjo completamente a comienzos del siglo XIX cuando se comenzó
la construcción de la Plaza de Oriente. Las fuentes se ocultaron debajo de la
superficie de la plaza y se construyó cercano el Teatro Real, y cuando se
realizaron las obras del Metro de Madrid relativas a la línea 2 (estación de Ópera) se descubrieron de nuevo en 1990.
Tras la revolución de septiembre de 1868 se denominó Plaza
de Prim, en homenaje al general Prim; aunque popularmente se la seguía
conociendo como "plaza del Barranco" por la depresión formada por las
vertientes de la calle del Arenal y la Costanilla de los Ángeles. Durante el
reinado (1833-1868) de Isabel II se urbanizó la plaza en consonancia con la
construcción del Teatro Real, edificio de estilo neoclásico que ocupa su cara occidental. El nuevo coliseo abrió sus puertas el 10 de octubre de 1850,
coincidiendo con el cumpleaños de la reina. Ese mismo año se colocó en el
centro de la plaza la estatua de Isabel II, encargada y pagada por Manuel López
de Santaella, y obra de José Piquer y Duart, profesor de escultura de la Real
Academia de Bellas Artes de San Fernando. Un año después la estatua se desmontó
del centro de la plaza y se colocó en el Teatro Real, hasta que en 1862 se
colocó, en su lugar, una escultura alegórica de la Comedia, obra de Francisco
Elías. La estatua de Isabel regresó a la plaza en 1905.
El 1 de septiembre de 2008 comenzaron las obras de
remodelación de la plaza finalizándose en julio de 2011.
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