Detras la iglesia de San Francisco el Grande de Madrid, hay un
borde con un notable desnivel existente entre la Gran Vía de San Francisco
y la Ronda de Segovia. Este desnivel forma la Cuesta de las Descargas delimitada entre la calle del Rosario y la calle de la Ventosa.
Parece ser que en algún tiempo pasado, esta zona y sus
rampas fue usada para las descargas de pólvora a modo de salvas ya sea de cañones o de fusilería en algunas solemnidades
oficiales, por ejemplo los honores fúnebres a militares fallecidos o grandes festividades nacionales con asistencias de las primeras autoridades del país.
El un relato de Federico Bravo nos habla acerca de un
episodio acaecido en esta cuesta durante el reinado de Carlos III. Una multitud
de madrileños se dirigían al Palacio Real para protestar por la mala pavimentación
de algunas calles. Los guardias de Corps descargaron sus armas aquí disolviendo
la protesta antes de llegar a Palacio.
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