La calle de Cedaceros está entre la calle de Alcalá y la
carrera de San Jerónimo.
Debía su nombre a las tiendas que instalaron aquí los
fabricantes de cedazos y de cribas.
La madera que sirve para los cercos o cerchas se vende ya
encorvada y el operario ajusta y arregla dos cercos para cada cedazo, uno más
ancho y otro más angosto que cubre el primero. Sujeta las dos extremidades con
una mordaza y las clavetea. Sobre el cerco grande, pone la tela bien extendida,
coloca por encima el cerco más angosto y le hace entrar a la fuerza o bien se
arrolla la tela sobre un mimbre y se embasta todo alrededor apoyándose
fuertemente sobre dicho mimbre el cerco estrecho.
Para ciertas sustancias se necesitan tamices da construcción
particular llamados tambores en los cuales la tela se encuentra resguardada
entre dos tapas de las cuales la inferior tiene un pergamino tendido sobre el
cual cae el polvo tamizado.
Para la construcción de medidas el cedacero trabaja con
arreglo a patrones ya dados y con esto no necesita discurrir para los trazados.
La construcción pues de las medidas es una operación de carpintería puramente
práctica.
La fabricación de los fuelles es también sencilla. El
fundamento de este instrumento consiste en una válvula llamada gato que
abriendo o ensanchando la cavidad del fuelle permite entrar el aire pero que se
opone a su salida al comprimir el instrumento teniendo entonces que desahogarse
por un cañón.
El fuelle ordinario consta de dos tablas de pino o haya
cortadas casi en figura de corazón rematando la parte más ancha en unas manijas
para poder manejar el instrumento. La válvula se practica en la tabla inferior
y consiste en un agujero cubierto interiormente por un cuero que se abre de
fuera a dentro. Encima de la punta de la tabla de abajo se afianza con clavitos
un tarugo llamado boquerel en el cual hay un hueco para el encaje del cañón. La
badana que entre las dos tablas forma el juego del fuelle y sirve para
ensanchar o estrechar su capacidad se llama tiro y está sujeta por unas
varillas a modo de aros que hacen formar pliegues.
El tiro de badana debe clavarse sobre el canto de las tablas
de modo que no se salga el aire para lo cual se cubre después con una tirilla
de cuero el claveteado. La tabla superior es algo más corta que la inferior y
se asegura con una badana llamada pescuezo que sirve de juego y cubre la juntura
asegurándola con correítas denominadas dediles que llegan hasta la tabla de
debajo. Para los fuelles grandes se usan tiras metálicas. A veces se pone
alrededor del trozo de madera que sirve de encaje al cañón una tira de hoja de
lata que abraza parte del cañón y se asegura con tachuelas.
Hay fuelles con tres tablas, una de ellas interior, cuyas
válvulas están dispuestas de modo que el aire es continuo.
También se dedican los cedaceros a la construcción de cubos,
camillas o enjugadores y a veces a la de panderos y panderetas. El cubo, cuya
fabricación corresponde más bien al tonelero, se reduce a unas tablillas o
duelas yuxtapuestas y cortadas de modo que resulte la forma de un cono truncado
en cuya base más pequeña se ajusta el fondo encajado en una ranura de las
tablillas reforzadas en aquella parte con un aro de hierro. En la parte
superior hay otro aro y a los dos costados se ponen dos tiras de hierro
prendidas por abajo al aro inferior y sobresalientes por arriba con orificios
para pasar los anillos de un asa de hierro.
Los enjugadores y mundillos son también de fabricación
sencillísima reducida a disponer unas tablillas de madera de modo que dejen
hueco entre la ropa que se trata de enjugar y la lumbre.
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