La escalinata de la Travesía del Nuncio salva la diferencia
de altura existente entre la calle del Nuncio y la calle de Segovia, desnivel
que condicionó la edificación de la propia iglesia de san Pedro el Viejo. De la calle del Nuncio, que a su vez toma el nombre por hallarse allí el palacio de
la Nunciatura, perteneciente anteriormente a Rodrigo de Calderón, favorito de
Felipe III, que murió degollado en la plaza Mayor el 21 de octubre de 1621, al
comienzo del reinado de Felipe IV. Su dignidad y valentía ante la adversidad de
la muerte le hizo merecedor del refranero español: "Tener más orgullo que Don Rodrigo en la horca", aunque
no fue ahorcado, sino degollado, al ser de condición noble.
En los descansillos de las escaleras donde hay unos bares que invitan a disfrutar de esta zona del Madrid de los Austrias por la tranquilidad que infunden. En las calurosas noches de verano se siente una brisa que hace mas agradable el descanso. Para mi gusto, el mejor es el Café del Nuncio que hace esquina entre la calle de Segovia y la Travesía del Nuncio.
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